El color de la yema varía desde amarillo pálido hasta rojizo según el nivel y tipo de pigmentantes (xantofilas amarillas o rojas) de los ingredientes de su dieta, que se depositan en la yema. En condiciones prácticas, las fuentes de xantofilas rojas (tomate, pimiento, crustáceos…) son poco aptas para incluirlas directamente en los piensos, por lo que, si se desean yemas rojizas, estos pigmentos se han de incorporar como aditivos, ya sean naturales o sintéticos. El color anaranjado resulta de utilizar una combinación de xantofilas amarillas y rojas.
La fuente fundamental de xantofilas amarillas es el maíz o derivados, y en menor grado la hierba de los parques para gallinas camperas y ecológicas, aunque también existen aditivos para ayudar a intensificar el color amarillo de la yema.
Fuente: Instituto de Estudios del Huevo