Los últimos datos de consumo reafirman el papel de la carne de cerdo como protagonista en la dieta de los españoles, ya que apuntan a un comportamiento especialmente favorable en los distintos canales. Tanto dentro como fuera del hogar, el porcino ha mostrado en los últimos meses años un avance sostenido en volumen y valor.
En el ámbito doméstico, el consumo de carne y elaborados de porcino comenzó a repuntar en 2023 tras varios años de caídas. Una tendencia que se consolidó en 2024 con un incremento del 2,84% en volumen, hasta alcanza las 816.500 toneladas. El gasto también creció de forma destacada (+5,6%), situándose en 7.707,6 millones de euros.
Respecto al tipo de carne, el 52% corresponde a carne fresca y el 48% a elaborados. En total, el consumo per cápita se sitúa en 20,5 kg, un 0,94% más que en 2023, lo que refuerza la impresión de que se está consolidando un cambio de tendencia.
Por otra parte, se estima que aproximadamente el 16% del consumo de carne de cerdo en España se realiza fuera del hogar. Un canal, el canal extradoméstico, que también vive un buen momento según un trabajo realizado por Kantar para INTERPORC. De hecho, la carne fresca de cerdo ha mejorado en todos los indicadores: la penetración ha aumentado del 56,7% al 57,4%; la frecuencia de consumo ha pasado de 6,8 a 7,4 actos por consumidor; y el volumen por acto ha subido de 1,6 a 1,7 consumiciones.
Los bares y cafeterías se posicionan como el canal principal de consumo de carne fresca de cerdo fuera del hogar, a diferencia del comportamiento observado en otras carnes, donde la restauración organizada tiene mayor peso. Entre las recetas más consumidas destacan el montadito, la hamburguesa, el solomillo, el secreto y las costillas, que juntas suman un tercio del total de las ocasiones de consumo.
Si nos centramos en la hostelería, la carne de cerdo representa ya el 20% del volumen de carne fresca consumida, superando en evolución al resto de proteínas. Un análisis más detallado muestra que mientras Andalucía sigue siendo la región más intensiva en consumo, el mayor crecimiento en volumen proviene del centro peninsular. Además, el grupo de mayores de 50 años concentra el 70% de las consumiciones y es el principal motor de crecimiento de la categoría.
Ese dato sirve también para señalar una importante oportunidad estratégica: las cifras de consumo fuera del hogar de los jóvenes de menos de 35 años tienen un buen margen de mejora. Atraer a ese perfil resulta clave para asegurar el relevo generacional y consolidar el crecimiento en el medio y largo plazo. En esa dirección, la personalización de la oferta, el enfoque en recetas y formatos adaptados a sus hábitos, así como el aprovechamiento de la restauración organizada, podrían ser herramientas eficaces para activar su interés.
Finalmente, si observamos el comportamiento de los elaborados, se ve también una evolución positiva. Aunque la penetración ha descendido levemente del 77,3% al 75,7%, el volumen ha crecido un 6,2%, gracias a un aumento de la frecuencia de consumo (de 11,2 a 12 actos anuales).
Muchas cifras y datos y una única conclusión: todo muestra con claridad que el sector porcino español atraviesa un momento de solidez en el consumo. El repunte en el ámbito doméstico, el dinamismo en hostelería y la oportunidad de recuperar el interés de los jóvenes abren un horizonte de optimismo bien fundamentado para los próximos años.
Fuente: INTERPORC Interprofesional del Porcino de Capa Blanca