Lácteos, alimentos esenciales para la vida
Hay pocos alimentos tan completos nutricionalmente como la leche. Los lácteos presentan una gran variedad de nutrientes en cantidades relativamente elevadas y tienen un buen balance de grasa, proteínas y carbohidratos. Su variada composición los convierte en una oportunidad para cubrir las necesidades nutricionales de los distintos grupos de población.
Además de proveer energía, son una excelente fuente de proteínas de elevado valor biológico y de otros nutrientes como calcio, magnesio, fósforo, zinc, yodo, selenio y de vitaminas A, D y del complejo B. Los lácteos aportan gran variedad de macro y micronutrientes en relación con su contenido en calorías.
Los lácteos en la dieta y la salud
Es importante el consumo de productos lácteos en todos los grupos de edad, ya que aportan componentes nutricionales básicos que contribuyen a una dieta variada y equilibrada.
El calcio es esencial para la salud de huesos y dientes. Los productos lácteos son la principal fuente de calcio en la alimentación, aportan del 60-70% del calcio total recomendando en la dieta. La vitamina D, contribuye también a la absorción y utilización normal del calcio. Los productos lácteos también son fuente de potasio, magnesio, zinc y fósforo, minerales constituyentes de huesos y dientes.
Los productos lácteos contienen todos los aminoácidos esenciales que el organismo utiliza para sintetizar las proteínas con el fin de ayudar al cuerpo a crecer y reparar tejidos corporales. La vitamina A, presente en lácteos, contribuye a mantener las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales.
La leche y el queso son una fuente importante de vitamina B12, la cual ayuda a la formación de los glóbulos rojos en la medula ósea y al correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
El consumo diario de lácteos también puede ayudar a controlar el peso y prevenir la obesidad, tanto en niños como en adultos. Las proteínas de los lácteos contribuyen a aumentar la sensación de saciedad, reduciendo así la ingesta de otros alimentos y su alto contenido en calcio dificulta la acumulación de grasa.
La leche contiene ácido linoleico, el cual contribuye a mantener los niveles normales de colesterol en sangre.
El potasio, presente en cantidades significativas en la leche, contribuye al mantenimiento de la presión arterial normal. Además, existen otros componentes de los productos lácteos con posibles efectos beneficiosos sobre la tensión arterial, como la lactosa, el magnesio, las proteínas lácteas y péptidos derivados.
Fuentes:
- FEN (Fundación Española de la Nutrición). Informe “La leche como vehículo de salud para la población”
- FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética). “Lácteos, más allá del calcio. Lácteos en la prevención de enfermedades.” “Lácteos, hábitos para toda la vida.” 3. Organización Interprofesional Láctea (InLac)