Desde la Organización Interprofesional Láctea (INLAC) recuerdan, que las principales guías de alimentación internacionales recomiendan el consumo regular de lácteos, beneficios que también confirman organizaciones como la Fundación Española de la Nutrición (FEN); la Fundación Española del Corazón (FEC) o la Academia Española de Nutrición y Dietética. Y es que los lácteos aportan proteínas e hidratos de carbono, fundamentalmente en forma de lactosa, además de calcio, potasio, fósforo, zinc y otros minerales, así como vitamina B12 y A. Existe una gran variedad de productos lácteos con diversidad de nutrientes que permiten cubrir las necesidades y mejorar la calidad de vida, junto a hábitos saludables y actividad física regular. Los expertos recomiendan tomar de 2 a 4 raciones al día de lácteos (sumando leche, yogur y queso) aunque hay muchos bulos y fakenews que circulan contra estos alimentos. Rosa María Ortega Anta, catedrática de Nutrición y Doctora en Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, ayuda a despejar malentendidos:
1. ¿Los lácteos engordan? R.O. No. Aunque algunos quesos tienen mayor contenido en grasa (y deben ser tomados con mayor moderación), la leche tiene 3,5 g/100 g de grasa, inferior al de muchos otros alimentos. Además, para los lácteos se encuentran productos semidesnatados y desnatados que no existen como alternativas de consumo para otros alimentos. Por tanto, el contenido en grasa de los lácteos no es elevado y se pueden elegir productos con menos grasa o sin ella. Excepto los quesos y postres dulces, el resto de los lácteos aportan muchos nutrientes en una cantidad moderada de energía y además diversas investigaciones ponen de relieve que, cuando se sigue una dieta hipocalórica, el consumo adecuado de lácteos ayuda a perder más peso y más grasa y conservar masa muscular.
2. ¿Podemos obtener calcio de otras fuentes? R.O. Por supuesto, otros alimentos aportan calcio, pero el procedente de lácteos es el de más fácil absorción y utilización y es más sencillo conseguir 250 mg de calcio tomando un vaso de leche, que tomando 25 g de semillas de sésamo. Para cubrir las ingestas recomendadas de calcio, en una alimentación convencional es bastante sencillo tomar, a lo largo de un día, un vaso de leche, 1-2 yogures, y un poco de queso, y es mucho más difícil tomar 25 g de semillas de sésamo más 250 g de acelgas y 175 g de garbanzos (cada día).
3. ¿Son mejores para la salud los lácteos sin lactosa? R.O. No es mejor tomar lácteos sin lactosa salvo que se sea intolerante a la lactosa, pero no como pauta generalizada. España tiene un 40% de individuos con intolerancia a la lactosa (porque producen poca lactasa y solo pueden digerir una cantidad variable de lactosa). Sin embargo, estas personas pueden digerir algo de lactosa (y quizá nunca lleguen a tener molestias ante un consumo medio de lácteos), además pueden tomar lácteos sin lactosa, toleran mejor el yogur y el queso (por tener menos lactosa y porque los microorganismos vivos del yogur aportan lactasa que ayuda en la digestión de la lactosa), y en circunstancias excepcionales, cuando no se dispone de lácteos sin lactosa, se pueden tomar pastillas de lactasa y se resolvería el problema. No hay que restringir el consumo de lácteos por intolerancia a la lactosa, solo elegir los lácteos más adecuados. En caso de alergia sí habría que eliminar los lácteos y consultar al médico.
Fuente: InLac – Organización Interprofesional Láctea